10 americanadas

Hace tiempo que tenía ganas de escribir en mi blog sobre algunas “americanadas” con las que he convivido a diario durante este tiempo de prácticas. No se trata de defectos, si no de diferencias culturales o costumbres que me hacen muchísima gracia y a la vez hay veces que me hacen sentirme de otro planeta. He aquí una lista de 10 de ellos, aunque podría mencionar muchos más…

1. Hay gérmenes en todas partes.

O eso, ¡o yo soy una cochina! Lo cierto es que nunca antes había estado tan alerta sobre si me he lavado las manos o no, si me he puesto “sanitizer”, si he tocado a alguien antes de comer, si estoy usando mi propio vaso/ taza/botella, si estoy “double dipping” (untando mi comida en una salsa por segunda vez…). Me da la impresión de que esta cultura es un poco exagerada con el tema de los gérmenes…! ¿O será que en mi cultura no “creemos mucho” en ellos?

Creo que una de las razones por las que nunca podría ser americana en este sentido es que aquí sólo el concepto del mate debe de ser lo más asqueroso del mundo. Y tengo un lado argentino demasiado arraigado en esa costumbre. Sí, echo de menos compartir gérmenes con mis amigos y con mi familia en esas mateadas…

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2. La botella de agua.

A todas partes y en todo momento. Y no vale con llevar la típica botella de plástico de Bezoya que te compraste hace tres años y sigue en la nevera. No. Tu botella de agua es parte de ti, por lo que tiene que ser una botella que puedas sacar delante de tus amigos y no sentirte avergonzado. Para empezar, realmente no vale con una botella. Tiene que ser una cantimplora como las que llevan los mochileros, si es posible, que tenga una abertura súper práctica y original (porque todo el mundo sabe que beber agua es todo un arte). Obviamente este artilugio no te cabrá en el bolso, por lo que tendrás que llevarla siempre en la mano y que la vea todo el mundo, así que procura que la tuya sea de un color que uses a menudo.

Por suerte Isra y Karisa ya tenían una preparada para mí cuando llegué, por lo que pude adaptarme a la cultura del postureo de agua nada más llegar. Fijaos lo que mola mi botella de agua que al principio no sabía ni beber de ella, y no es broma, me tuvieron que enseñar. Pero vale la pena, ahora la gente me respeta.

Y lo peor de todo es que ahora no puedo vivir sin mi botella de agua. Ha pasado a formar parte de esos imprescindibles sin los que no sales de casa: llaves, móvil, cartera… y botella de agua.

(*) Por cierto, en caso de que no tengas una botella de agua también puedes llevar un termo a todas partes. Parecerá que llevas café, pero no pasa nada, también forma parte del postureo. También eres guay si llevas agua a temperatura ambiente en el termo por muy poca lógica que tenga.

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3. Decir “hola” y “adiós” nunca antes había sido tan difícil y humillante.

Podría dedicar una entrada entera a hablar de lo extremadamente incómodo que es saludar aquí. Es imposible pillarle el truco. Hay miles de formas de saludar y de despedirte que se aplican diferente dependiendo de factores que escapan totalmente a mi espontaneidad. Dependiendo de la situación, lugar, nivel de confianza, nivel de gérmenes en la otra persona, y un sin fin de etcéteras que todavía no controlo, se saluda diferente. Ejemplos de saludos y situaciones en las que creo que se aplican, aunque seguramente me equivoque. Ya os lo digo, ¡no tengo ni idea!

– Apretón de manos: siempre que acabas de conocer a alguien o es una situación formal.

– Adiós con la mano: si la otra persona está lejos, está ocupada haciendo otras cosas, o tienes un resfriado. O si te cae mal.

– Besos: con tu familia.

– Abrazos: es casi más incómodo que despedirte con la mano. Creo que depende del sexo (chico y chica = abrazo de lado), de la confianza (cuanto más quieras a la otra persona más centrado puede ser el abrazo), y del postureo, es decir, de lo que quieres que piense la otra persona cuando te despides. Si quieres quedar bien pero no quieres que piense que sois súper amigos le das un abrazo de lado extrañamente distante que te permita el contacto mínimo… Como sea, los abrazos aquí no expresan afecto la mayoría de las veces y como saludo son incomprensibles.

Probablemente muchas de estas percepciones sean erradas y se debe mayormente a que vengo de un lugar en el que tanto los saludos como las despedidas son muy cálidos, y por eso aquí todo el mundo me parece un poco frío y distante en cuanto a demostrar afecto físico. No importa lo poco que conozcas a una persona o lo mal que te caiga si estás en España…¡Los dos besos te los llevas sí o sí!

4. Que España esté en Sudamérica.

Bueno, no me voy a enrollar mucho en este punto porque ya compartí un poco en mi entrada anterior sobre cómo parece que para algunos americanos España y Sudamérica viene a ser tres cuartos de lo mismo. Pero voy a contaros algunas experiencias graciosas que me han llevado a plantearme muy seriamente venir a Estados Unidos a ser profesora…de geografía.

– Preguntarle a niños de tercero de primaria dónde está España y que me señalen Brasil.

– Hablar con adultos y decir que soy española: “¡Oh, yo tengo un amigo que es de Colombia!” (¡Anda, que coincidencia!??)

– Hablar con niños y decir que soy española: “Oh, conoces a Messi??” (Sí, somos colegas…)

– Hablar de la segregación racial y la separación de blancos y negros, y que un niño me pregunte: “Teacher, tu en qué lado estarías?” (??????)

5. Fotos en las neveras.

Los americanos llenan sus neveras con infinidad de cosas, desde el típico imán de “God bless this house”, hasta dibujos de niños, cartas, frases filosóficas, postales, etc. Pero lo que más abunda en la nevera americana son fotos, y es que es cultural, los americanos se hacen fotos para mandar a la gente por Navidad, por bodas, por fiestas de graduación… O por ninguna razón en particular, simplemente porque su cara aparezca en las neveras de todos sus amigos. Me hace gracia porque no me imagino para nada a españoles contratando fotógrafos para ponerse guapos y hacerse una foto con toda su familia en el jardín, y tampoco me imagino a un español regalando fotos suyas por ahí sin ningún motivo… En fin, ¡es gracioso!

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6. Horarios de comidas… Goodbye siesta!

Me cuesta acostumbrarme a comer a las 12, merendar a las 3 y cenar a las 6. Hay días que me da la impresión de que acabo teniendo hambre en inglés y en español y hago todo dos veces: como a las 12 y a las 15, metiendo a las 3, ceno a las 6 y ceno otra vez a las 9 … ¡Desastre total de horarios! Pero lo que más echo de menos entre semana es la hora de la siesta… ¿Qué es eso de comer y volver a entrar en clase?? No soy persona…

7. Ser la mejor vestida

¿Veis? Hay cosas a las que sí podría acostumbrarme. Parece que en cuanto a vestir no tenemos nada que envidiar a los americanos. En España no me considero una chica que vista genial porque la gente da un montón de importancia a la moda, y por tanto hay mucho nivel en cuanto a ropa. Sin embargo, ¡aquí recibo un montón de piropos por cómo visto! Nuestro estándar europeo de vestir “casual” aquí es ir muy bien vestido, ¡es un estilo guay! vaqueros, jerséis, camisas… Aquí ir casual es ir con un pantalón de baloncesto y una sudadera, y la chicas… Bueno, las chicas en realidad necesito hacer un apartado especial para este tema en concreto porque creo que es un problema que tienen las americanas. No es por ir de guay ahora porque soy la que viste bien, pero estas chicas necesitan que alguien les diga que tienen que dejar a un lado la excesiva comodidad en relación al siguiente accesorio:

Las diademas.

Sí, american girls, las diademas son un accesorio, no están ahí para sujetaros la cabeza. Realmente el problema es que la forma normal en que las americanas llevan las diademas es la forma normal en las que las españolas nos las pondríamos para ir al gimnasio, y ni eso. Realmente creo que solo me pega la forma de las americanas de llevar la diadema en tres situaciones: cuando estás en un campamento, cuando estás haciendo deporte o cuando estás quitándote el maquillaje.

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Si no estáis en ninguna de esas situaciones, he aquí os presento una serie de alternativas para que podáis usar vuestras diademas sin que parezca que tenéis una cita con Rambo:

– Estándar:

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-Deportivo:

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– Hippie:

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– Coleta al lado

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Ahora, si hay algo que he visto que supera con creces a lo de las diademas, son los crocs con calcetines. Creo que estos niveles ya no tienen solución…

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8. Comida basura forever.

Los tópicos son ciertos, o al menos esa ha sido mi experiencia trabajando en el cole: menú de los martes pizza, miércoles hamburguesas. Los lunes postres variados para compartir en la sala de profesores. ¿Cumple años un niño? ¡Dunkin donuts para toda la clase! Un viernes al mes una bolsa de palomitas para cada uno, y si llevas una camiseta con los colores del colegio, ¡chuches después de clase!

Sí… Es difícil conservar buenos hábitos alimenticios en esta tonica.

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9. Sonreír hasta qe te duela la mandíbula

Esto es algo contagioso, y creo que es una de las cosas que más disfruto de la gente de aquí. Todo el mundo te sonríe. Es guay ir por ahí sonriendo a todo el mundo y que no sea nada raro, me da la impresión de que en España sería incómodo, o se podría incluso mal interpretar que un desconocido te sonriera o te saludase por la calle. Aquí si no lo hago me siento una borde…

10. Vamos a hablarlo TODO

Esto no es algo de lo que me haya dado cuenta en este tiempo que he estado trabajando con niños, pero sí que al presenciar a diario tantas situaciones de resolución de conflictos se ha ido arraigando en mi esta percepción. Parece que los americanos siempre quieren hablarlo todo. No basta con pasar del tema, cuando algo pasa hay que llegar a la raíz del problema, hay que sentarse a reflexionar y hablar las cosas, y sobre todo, hay que hablar de sentimientos.

Tengo la impresión de que, por lo general, los españoles somos muy diferentes en este aspecto. Somos amantes del “buen rollo”, y tendemos a huir de las situaciones que nos resultan incómodas, y definitivamente hablar de sentimientos es una de esas situaciones. ¿No os habéis percatado de lo incómodo que es ver una peli americana en español cuando la gente discute? ¿No os resulta un poco surrealista todo, como que “no pega”? Suena raro, y es que los españoles no discuten como los americanos. Los españoles no dicen “has herido mis sentimientos”, ¿verdad? Los españoles cuando algo les molesta se enfurruñan y pasan del tema, o encuentran algún tipo de venganza sutil. Creo que no somos buenos solucionando conflictos ni hablando las cosas en general porque nos resulta incómodo, y probablemente la forma en que los americanos lo hacen a nosotros nos suene demasiado dramático. Sin embargo, envidio la naturalidad con la que se expresan ciertos sentimientos en esta cultura, y creo que no nos vendría mal aprender de ellos un poquito en este sentido.

Bueno, ¡hasta aquí algunas de mis observaciones! Espero no haber ofendido a ningún americano ni a ningún español con mis experiencias, y que esta entrada se lea como se ha escrito… ¡Con humor!

2 thoughts on “10 americanadas”

  1. Muy bena reflexión Konsu. Me identifico con tu relato….muy bien redactado por cierto. Gracias por compartir, Stephan 😉

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